La llegada de la Orden Trinitaria Calzada a La Rambla se remonta al veinte de Enero de 1527, siendo Obispo de la diócesis cordobesa Fray Juan de Toledo. Para el establecimiento permanente de la Orden, se adquirió previamente unas casas de los albaceas de Isabel de Siles, por un precio de 20.000 maravedis, el 21 de Septiembre de 1525, y poco después otras residencias, propiedad de Pedro Muñiz de Sotomayor, por un precio de 24.000 maravedis, el 26 de Junio de 1528.
A la espera de la finalizar la construcción del convento e Iglesia, la Orden se estableció en la antigua Ermita de Santa Brigida, situada en la actual Carrera Baja, que posteriormente acogería a la Cofradía de La Pasión cambiando así su nombre por Ermita del Santo Cristo de la Columna.
Tal y como se observa en la imágenes adjuntas, el templo Trinitario se terminó y bendijo el 10 de Agosto de 1528, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios por Fray Nicolás Guajardo, abad de los Santos Mártires de Córdoba.
Fr. Iñigo Porcel fue trasladado a dicho convento del lugar en que oy esta Año de mil y quinientos y veinte y ocho aviendo comprado para ello unas casas como parecera por la razon que esta en la hoja adelante.
Despues de lo cual parece que en diez días de agosto Año de mil quinientos y veintiocho, por el mismo Sr. Obispo de Cordova fue dada licencia para que cualquiera de los obispos o Abades a quienes o ante quien fuese presentada la dicha licencia pudiese Bendecir una iglesia del monasterio de Ntra. Señora de los Remedios, de los Religiosos de la SS. Trinidad de la Villa de La Rambla y en su cumplimiento fue hecha la dicha Bendición por el Muy Rvdo. Maestro don Fr. Nicolas Guajardo abad de los Santos Martires de Cordova paso Provision ante Pedro Ruiz notario Apostolico”
La Iglesia sufrió una serie de modificaciones con el paso de los siglos. En las últimas décadas del siglo XVI se construyeron las capillas del lado del Evangelio. Posteriormente, en el siglo XVII se realizó el coro y se instaló el órgano. El siglo XVIII se amplia la Iglesia con una nueva nave lateral, construyéndose tanto el actual Sagrario y los camarines del Cristo de la Expiración y la Virgen de los Dolores. El Convento llegó a convertirse en uno de más importante que tuvo esta Orden en Andalucía, celebrándose en él la mayoría de los Capítulos Generales.
En 1835 la Iglesia fue exclaustrada debido a la desamortización de Mendizábal. La Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración fue desde entonces quien se hizo cargo del sostenimiento de la Iglesia y de su culto. Posteriormente, en 1893, la Orden trinitaria regresó al Convento, concediéndole el Obispado de Córdoba la Iglesia y los respectivos bienes muebles, hasta 1960 que marcharon definitivamente.
Planta rectangular y cabecera plana, cubierta con bóveda de horno. Su intradós está realizado con nervios planos y luneto central dispuesto en eje con la nave, en el que se abre un vano o ventana rectangular cubierto de cristal. Esta solución se realiza merced al sostén de dos pechinas simples sobre las que apea el entablamento, interrumpido en el centro por el último cuerpo del retablo mayor. La bóveda y las pechinas presentan el paramento cubierto con profusa decoración pictórica compuesta de un mar de nubes, con ángeles portando filacteria y cabezas de querubines, En la pechina derecha muestra el Ángel Trinitario que libera a dos cautivos, y en la izquierda un escudo con cruz central.
De estilo totalmente renacentista, está realizado en piedra de jaspe rojizo, columnas de mármol negro y molduras de yeso doradas en las hornacinas. Está dividido en dos cuerpos y un ático superior.
El primer y segundo cuerpo se presenta en dos y tres hornacinas respectivamente, doradas, coronadas con veneras, flanqueadas por columnas de estilo dórico y entablamento superior. El ático está compuesto de un frontón triangular partido, que alberga una hornacina central.
En el primer cuerpo se sitúan las imágenes del Beato Simón de Rojas (hornacina izquierda) -Juan de Salazar en 1768-, y San Ramón Nonato (hornacina derecha) -Anónimo, siglo XVII-. En el segundo cuerpo se encuentran las imágenes de los Santos fundadores de la Orden Religiosa de la Trinidad, San Juan de la Mata y San Félix de Valois -atribuidas a José de Santiago en 1686-. En el centro del Altar Mayor se encuentra la imagen de Nuestra Señora de Gracia.
La hornacina del ático preside el grupo escultórico de la Santísima Trinidad, con Dios Padre, Cristo sujetando la cruz de la Pasión y la figura alegórica del Espíritu Santo en forma de paloma -documentadas como obras de Bernabé Gomez del Rio en 1660-.
En el primer tramo de la nave principal, en su muro derecho, se encuentra el retablo protobarroco dedicado a San Blas y Santa Lucía. el retablo, realizado en yeso y pintado de rojo y verde a imitación de jaspe, se compone de un cuerpo y una calle con hornacina central, cuyo vano carpanel está flanqueado por pilastras con placas de resalte central coronadas por triglifos. Un friso con relieves ovalados y una cornisa con ovas y dentículos rematan la composición.
En la zona superior se desarrolla un frontón curvo partido, terminado en volutas y pináculos superpuestos, en cuyo centro se ubica la cruz de los trinitarios enmarcada con molduras ondulantes en color verde jaspeado. Este retablo alberga en el interior de la hornacina la imagen de San Blas, escultura de bulto redondo realizada en el siglo XVIII.
En el muro derecho de la misma nave, en su tercer tramo, se encuentra el retablo barroco de Nuestra Señora del Rosario. El retablo, realizado en la segunda mitad del siglo XVII, se compone de banco y un cuerpo con hornacina central flanqueada con pilastras y estípites. Sobre la hornacina se levanta una esbelta peineta, a modo de ático, decorada con volutas, rocalla y hojarascas que culmina con una crestería de formas vegetales.
El retablo presenta el paramento dorado con profusa decoración. En la hornacina central se ubica la imagen de Nuestra Señora del Rosario, imagen de candelero realizada en el siglo XVII.
En el tramo segundo del muro derecho de la nave principal se ubica el retablo de Nuestra Señora del Carmen, retablo barroco compuesto de banco, un cuerpo flanqueado con estípites y columnas y ático superior, dispuesto con un gran penacho coronado con el escudo de la Orden Trinitaria.
El retablo presenta el paramento jaspeado y decorado con motivos dorados. En la hornacina central alberga la imagen de Nuestra Señora del Carmen, escultura de bulto redondo realizada en el siglo XVIII.
La capilla del Sagrario o nave del Evangelio se compone de siete tramos, es más estrecha y baja que la nave principal y está dispuesta longitudinalmente respecto a ésta desde los pies hasta el arranque de la cabecera del templo. En sus muros perimetrales se adosan pilastras con ondulación central que sostienen, a modo de capitel, molduras escalonadas y onduladas sobre las cuales se disponen arcos perpiaños de medio punto rebajados, conformadores de una serie de bóvedas de arista que surgen de la intersección de una de cañón rebajada en sentido longitudinal, con otra de ojiva dispuesta transversalmente. Esta sucesión de bóvedas quedan interrumpidas en los tramos cuarto y séptimo con bóvedas de sección oval sobre pechinas.
Cubre el testero de la cabecera el retablo del Sagrario, que se compone de dos cuerpos, el inferior de planta trapezoidal de tres calles, desarrollándose en torno a tres hornacinas decoradas con acusado recargamiento de placas, molduras mixtilíneas, espejos, hojarascas, columnas serpenteantes, estípites y capiteles de gran follaje.
El segundo cuerpo o ático, que se asienta sobre la movida cornisa del cuerpo inferior, se estructura con un cuarto
de esfera dispuesta con placas triangulares decoradas con guirnaldas de ondulante vegetación que alterna con cabezas de ángeles. El retablo presenta el paramento y ornamentación dorados. En las hornacinas de las calles laterales se ubican, en la izquierda, la imagen de San Miguel de los Santos y, en la derecha, San Cristobalito o Santo Niño de La Guardia. Centra el cuarto de esfera del ático una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción. Asimismo, flanqueando el retablo en sus lados derecho e izquierdo y en el remate superior están los arcángeles San Rafael, San Miguel y San Gabriel. Todas ellas son esculturas de bulto redondo realizadas por Juan de Salazar en 1768.
En el cuarto tramo de la misma nave se abren dos capillas, la primera, de estilo neoclásico, se corresponde con el camarín del Cristo de la Expiración. El 26 de Marzo de 1636, el matrimonio Iñigo de Gárate y Doña Clemencia Gutierrez de León, adquiere la capilla del Santo Cristo por el precio de dos mil reales (2.000), según la escritura otorgada ante el escribano Francisco de Rivas. La descripción detallada realizada en el mencionado documento contenía “el hueco de la cimbre del arco por donde a ella se entra, cinco sepulturas con los derechos de entierros, el altar y la peana”
Tiene planta ovalada, y en su perímetro se disponen columnas de fustes jaspeados y capiteles corintios dorados sobre los que apoya un tambor decorado con molduras de ovas y dentículos. La capilla se cubre con bóveda baída dispuesta con anillos exteriores, jaspeados en verde y rojo y placas trapezoides, doradas, rojas y blancas en torno a una moldura central. En el interior alberga la imagen del Cristo de la Expiración, magnifica escultura de bulto redondo, realizada en torno a 1625 en madera de cedro, mide 1,80 x 1,50 m, de autor anónimo, atribuida al círculo de Juan de Mesa.
En el quinto tramo de la citada nave se abre el camarín que alberga la imagen de la Virgen de los Dolores, tiene planta circular inscrita en un cuadrado cubierto con bóveda baída dispuesta con cuatro pares de molduras a modo de nervios y un motivo vegetal centrado.
La bóveda descansa en una cornisa saliente decorada con dentículos y pequeñas rosetas. La imagen titular de la capilla es de candelero y está realizada a fines del siglo XVII y principios del XVIII.
En el exterior, la fachada de los pies del templo presenta el paramento pintado de blanco, decorado con perfiles y zócalo de color albero. En la zona central se abre la portada que da acceso al interior, realizada en piedra y pintada en color almagra. Muestra un vano adintelado, flanqueado con molduras
geométricas que alteran su recorrido lineal sólo en los ángulos superiores, donde forman rectángulos partidos. La solución arquitrabada se remata con frontón triangular partido que da paso a un pequeño cuerpo o ático, en cuyo interior alberga una hornacina con la imagen del Ángel Trinitario que libera a
dos cautivos, estando flanqueada con columnas en sus laterales y coronada con frontón triangular. Termina el conjunto con sencillos pináculos de bolas, situados en los extremos de los dos frontones, y en el vértice superior con la Cruz de la Orden Trinitaria.
Flanqueando el acceso de la portada se ubican dos cuadros, realizados en cerámica vidriada, con la representación de las imágenes titulares de la cofradía del Cristo de la Expiración y la Virgen de los Dolores.
La zona alta de la fachada se resuelve con dos ventanas de vanos rebajados y un remate de frontón triangular con pequeño óculo central. En el lateral izquierdo de la misma se dispone una espadaña compuesta de dos vanos de medio punto que albergan campanas, coronada con frontón triangular.